Las complicaciones que afectan simultáneamente a varios o a todos los enfermos que se dializan en una unidad están casi invariablemente relacionadas con algún problema en el tratamiento del agua para diálisis, aunque existen otras posibilidades que debemos analizar: lote de concentrado defectuoso, serie de líneas o dializadores con algún problema, contaminación de algún líquido de infusión o desinfección o purgado incompletos en dializados reutilizados.
Con los controles actuales estos problemas son casi una curiosidad histórica, pero pueden producirse, especialmente si por cualquier motivo se soslayan los sistemas de seguridad habituales: empleo de agua de la red por avería de la planta de tratamiento o si se relaja la sistemática habitual de trabajo.